Ya terminadas las largas jornadas del intercambio, con cada grupo de vuelta a su lugar de origen, con los intensos recuerdos aún latentes (los positivos y los que no lo fueron tanto), hay que comenzar a pensar en la evaluación del intercambio, en el informe final, quizás en el Youthpass, y en posibles acciones futuras.
No tiene porque ser algo inmediato, es preferible dejar pasar al menos 2 o 3 semanas desde que haya terminado el intercambio, pero tampoco hay que demorarlo, pues a la hora de valorar la memoria nos puede jugar malas pasadas. Además, cuanto antes se entregue el informe final, antes se cobra lo que haya pendiente de cobrar.
No tiene porque ser algo inmediato, es preferible dejar pasar al menos 2 o 3 semanas desde que haya terminado el intercambio, pero tampoco hay que demorarlo, pues a la hora de valorar la memoria nos puede jugar malas pasadas. Además, cuanto antes se entregue el informe final, antes se cobra lo que haya pendiente de cobrar.
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